La majestuosidad de un desfile acompañado por la Coral y el Grupo Orquestal, dirigidos por los maestros Arturo Hernández y Alfredo Carrasco, respectivamente, marcó el inicio de una nueva etapa para los bachilleres graduados hoy.
Por Elena Belletich Ruiz. 20 mayo, 2017.
En su saludo, el vicerrector de Investigación, Dr. Antonio Mabres, exhortó a los flamantes bachilleres a mantenerse atentos a los problemas del entorno y de los demás. La Universidad, dijo, “habrá tenido un verdadero éxito si ustedes apuestan por el servicio y el trabajo bien hecho; si confían y creen que el Perú es un país con esperanza, una nación capaz de cambiar y de enfrentar el futuro con decisión. Bien saben que no hay tareas imposibles, sino hombres incapaces», expresó.
Culminar una carrera universitaria no es poca cosa. El Vicerrector aseveró que se requiere de mucho sacrificio y perseverancia de los estudiantes y sus familias, más aún cuando se viven momentos difíciles. Dijo que si bien lo vivido sacó a relucir “la gran vulnerabilidad de nuestra infraestructura, gran cantidad de problemas y deficiencias en diversas áreas y sectores, felizmente también hizo surgir lo mejor de las personas: la solidaridad y generosidad; fuerza y esperanza: ganas de salir adelante. Esa fuerza y confianza en el futuro es lo que rebosa ahora en el campus, en cada uno de ustedes, queridos graduados».
Les recordó que comienzan una nueva etapa y cuentan con las herramientas necesarias para “iniciar esta travesía”, como los conocimientos adquiridos, la formación humana recibida, la ilusión de transformar el mundo y el aliento de sus familiares y amigos.Los animó también a contribuir con el desarrollo de la sociedad a través de su trabajo: «Cada uno, desde el lugar en el que les toque desenvolverse, puede aportar mucho. Por eso, no permanezcan ajenos a los problemas de los demás. Ni los recientes acontecimientos sufridos ni la problemática que vive el país deben abatirlos, antes bien: los deben llevar a plantearse metas más altas, a levantar la vista del suelo y a soñar».
Una mejor actitud de vida
La directora de estudios de la UDEP, Mgtr. Patricia Soto, animó a los graduandos a ver el servicio y la ayuda a los demás, como una actitud de vida, de su profesión y donde se encuentren. “No hacen falta situaciones extraordinarias para llevar una sonrisa, para acompañar y aliviar una pena, para tener un gesto de amabilidad, para escuchar, para comprender, para ayudar a quien lo necesite: en el trabajo, en la familia, en las relaciones sociales. Busquen siempre sacar lo mejor de las personas que los rodean”, sugirió.
Por un mundo más humanizado
Tras revivir algunos momentos de la vida universitaria, con anécdotas y agradecimientos, la representante de los bachilleres, Maria Gracia Zapata Novoa, graduada de la Facultad de Comunicación, expresó que aunque “el Niño Costero nos cayó como un baldazo de agua fría, ahora es el mejor momento para reflexionar y preguntarnos: ¿Cómo puedo contribuir a mejorar la situación de mi país? Es momento de dejar de lamentarnos y empezar actuar. El futuro lo construimos nosotros, ahora. Debemos dejar de mirar esta gran responsabilidad como un peso sobre nuestros hombros y empezar a entender que la capacidad de hacer un mundo mejor está en nuestras manos”.
Hizo un llamado a los graduados para que sean los profesionales que el Perú necesita, no solo “profesionales más preparados, sino que también necesita urgentemente de más humanidad. (…) No tengamos miedo de fallar, de asumir nuevos retos, de dar lo mejor de nosotros para lograr nuestros sueños. Aprendamos a tomar las riendas de nuestras vida y empecemos a cosechar nuestros logros”.
